Con 70 años dio a luz a cuatrillizos. No creerás quién es el papá

A veces la naturaleza juega con nuestro cuerpo, sobre todo cuando se trata de la reproducción biológica. Hay mujeres que a los 30 años no pueden ser madres, aunque se encuentren en la edad perfecta, y jovencitas que en su primera vez quedan embarazadas. La verdad es que nada se sabe con certeza sobre la causa, pues nuestros organismos son muy diferentes.

Ahora imagínate que casi al final de tu vida quieras quedar embarazada, aunque supuestamente tu cuerpo haya perdido esa capacidad muchos años antes. ¿Te atreverías? Reflexiona un momento, pues no creerás lo que le ocurrió a una maestra alemana, que a los 70 años dio a luz a cuatrillizos.

Ella es Annegret Raunigk, quien ahora tiene 17 hijos (el mayor de 44 años) de cinco padres y también es abuela de siete chicos.

Lo que la llevó a tomar la peligrosa decisión de volver a ser madre fue que su hija más pequeña deseaba con todas sus fuerzas tener un hermanito. Por ello se sometió a un tratamiento de inseminación artificial, le insertaron un óvulo donado y un esperma proveniente de su hijo el mayor, pues Annegret no quería nadie ajeno a la familia, para lograr eso tuvo que viajar hasta Ucrania porque es ilegal en Alemania.

Grande fue la sorpresa cuando le hicieron un ultrasonido a las 22 semanas de embarazo, ya que no era una bolsita sino cuatro. Por obvias razones los médicos estaban muy preocupados, incluso le dieron la opción de someterse a un tratamiento de “reducción selectiva”, es decir que matarían tres fetos para que uno tuviera más probabilidades de sobrevivir el delicado embarazo de Annegret.

Claro que la ahora feliz madre se negó a dicho procedimiento, quería que sus cuatro bebés tuvieran las mismas oportunidades de nacer, aunque le costara la vida.

“Desde luego habrá clichés en torno a mis hijos y me parece muy agotador. Pero siempre he sido una persona que dice «vive y dejar vivir», y no es por la opinión de los demás sino para mí”, dijo la abuelita embarazada.

A los seis meses dio a luz a los pequeños. Nombró a los varones Dries, Bence y Fjonn, y a la niña Neeta. 

Por ser prematuros estuvieron unos días en cuidado intensivo, pero después se fueron a casa para quedar al cuidado de su madre.